El cohousing surge como una evolución del modelo tradicional en España de cooperativa de viviendas (de adjudicación de la propiedad de las viviendas a sus personas socias). Ese modelo tradicional nace con el fin concreto y duración limitada en el tiempo, de facilitar alojamiento de calidad y en las mejores condiciones, a las personas socias y a sus convivientes. De modo que, una vez adquiridas las viviendas por los socios, se alcanza el fin de la cooperativa y ésta se disuelve. El cohousing, en cambio, tiene vocación de permanencia en tiempo, dado que su objeto añade la creación de una comunidad en la convivencia.